
Recientemente la empresa Oracle publicó sus predicciones sobre el uso de la nube. Las más importantes refieren que en el año 2025 sucederá lo siguiente:
- Los proveedores de nube de segunda generación ofrecerán el 100% de reemplazo del centro de datos.
- El 80% de todas las cargas de trabajo empresariales y de misión crítica se moverán a la nube
- El 85% de las interacciones con los clientes serán automatizadas.
Y es que es lógico: con el IoT (Internet of things) y el cada vez menos ficticio concepto de Smart Cities el aumento de datos será descomunal (Gartner estima que para 2020 habrá 26 mil millones de dispositivos conectados).
El escenario descrito pone a las organizaciones ante el reto de adaptar su capacidad de almacenamiento a un entorno en que muy disímbolas fuentes de datos (personas, dispositivos, personas) intercambian información de manera constante. Para subsistir, deberán ser capaces de gestionar datos que provienen de todos lados en todo momento.
Lo anterior se traduce en la urgente necesidad de contar con una infraestructura de almacenamiento de datos robusta, flexible y segura. Por un lado el reto de la operación y el almacenamiento y por el otro el reto de garantizar la salvaguarda de la confidencialidad y la privacidad de la información.
Es primordial entonces que las organizaciones implementen una arquitectura para sus data centers que soporte grandes cargas de trabajo con un nivel óptimo de seguridad y capaces de crecer de forma casi ilimitada sin menoscabo de su rendimiento. La virtualización y el nuevo concepto de Software Defined Data Centers parecen corresponder a este nuevo entorno.
Con el ecosistema arriba descrito es fundamental llevar a cabo una adecuada gestión de los datos, que permita materializar el valor que estos tienen y se traduzcan en eficiencias operativas, mayores rendimientos y la creación de ventajas competitivas sustentables.
Desde la perspectiva del DMBoK 2 los principales retos de la gestión de datos se pueden resumir como siue:
- El rol de DBA. El profesional de datos más antiguo dentro de la gestión de datos debe evolucionar. Debe pasar de ser una persona que administra bits y bytes a una que entienda la estrategia del negocio y provea de soluciones desde esa perspectiva
- La seguridad de los datos. Es uno de los factores que condicionan las decisiones sobre la operación y almacenamiento de los datos. Es la prioridad número uno de los clientes.
- La gestión del ciclo de vida de los datos: Es fundamental establecer políticas sobre adquisición, migración, retención, expiración y disposición de los datos de tal manera que se garantice el desempeño con una adecuada relación de costo beneficio.
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